Software y complejidad
El software es algo casi mágico: moldeable, flexible, potente… …y sin embargo es también una fuente casi inagotable de quebraderos de cabeza: proyectos que se retrasan casi sistemáticamente, ‘bugs’ que resisten cualquier depuración, comportamientos inesperados, ‘cuelgues’… y degradación con el uso. ¿Qué pasa con el software? Quizá simplemente le hemos perdido injustamente el respeto, quizá…