La estrategia empresarial o, simplemente, la estrategia, es una disciplina probablemente poco conocida realmente fuera de sus practicantes pero que puede hacer pensar en mucho análisis y muchas finanzas.
Probablemente sea así, y seguramente deba ser así, pero también la estrategia, en mi opinión una de las partes más bonitas del management, tiene una dosis de creatividad y liderazgo que la hacen realmente atractiva.
Iniciando la lectura de ‘El manual del estratega‘ de Rafael Martínez Alonso (@estratega), me encuentro la siguiente frase:
Es la forma de pensar del estratega: encontrar un «significado alternativo» pero también válido». Es decir, una interpretación distinta de lo mismo…
Esta visión no excluye el análisis (sobre qué se interpreta si no) pero sí invita a una interpretación diferente, original. Y ahí es donde empiezo a querer encontrar una cierta ligadura entre estrategia e innovación… una ligadura más que estimulante.
Por si eso fuera poco, unos párrafos más adelante el mismo autor nos dice:
Una buena estrategia debería aspirar a desafiar lo asumido tanto fuera, en el mercado, como dentro, en la empresa.
Y esto me sugiere no sólo innovación, sino incluso disrupción… y esta perspectiva es aún mucho más desafiante, mucho más interesante, mucho más creativa… más artística si se quiere.
Mmm… estrategia como innovación disruptiva…
¿No resulta atractiva la idea?