A nadie le cabe duda de la gran importancia de la economía digital, de la economía de los bits como la bautizaba Chris Anderson en su best-seller ‘The long tail‘.
A nadie le cabe duda tampoco de que se trata de una tendencia en alza. Sin embargo ¿cuál es la proporción real entre la economía digital, la economía de los bits, frente a la economía de los bienes materiales, la economía de los átomos?
El propio Chris Anderson nos proporciona la respuesta, esta vez en las primeras páginas de su último libro ‘Makers‘:
the digital economy, broadly defined, represents $20 trillions of revenues according to Citibank and Oxford Economics. The economy beyond teh Web, by the same estimate, is about $130 trillion. In short, the world of atoms is at least five times larger than the world of bits.
Esta proporción le dará pie a Anderson para delinear la enorme oportunidad que significa el transferir a la economía de los átomos fenómenos como el crowdsourcing, la colaboración y el autoservicio tan propios del mundo digital. Conceptos como el hardware libre y la impresión 3D permiten democratizar y extender la fabricación de bienes físicos a las personas, a la periferia del sistema económico.
Eso constituirá el argumento principal de ‘Makers‘.
Hablaremos más sobre el tema. El tamaño e importancia de esta economía de los átomos, sin duda se lo merecen.