Telecospios y microscopios. Con esta ilustrativa metáfora inicia Guy Kawasaki su exposición sobre ‘El arte de empezar‘.
Sugiere el gurú del emprendimiento que existen dos fases fundamentales en los ciclos de negocio que qeudan ejemplificados en estos dos instrumentos para observar la realidad.
Hay una fase visionaria, inspiradora, arriesgada. Es la fase del telecospio, la fase donde el emprendedor ve más allá, imagina nuevas posibilidades, nuevos mundos. Así la describe Kawasaki:
«En la fase telescópica, los emprendedores acercan el futuro. Inventan el ‘próximo negocio del siglo’, cambian el mundo… Se gastan montones de dinero pero algunas ideas locas acaban por prender y así avanza el mundo.«
La otra fase es realista, conservadora, analítica. Se preocupa de los detalles, de las finanzas, de la competencia. Es la fase del microscopio. En boca del autor:
«En la fase microscópica, hay un clamor general pidiendo una vuelta a los principios… Los expertos magnifican cada detalle, cada partida y cada gasto para luego pedir previsiones infladas, estudios de mercado extensivos y análisis de la competencia.«
Desde luego, resulta más atractiva, más inspiradora, más apta para el lucimiento y para figurar en la literatura empresarial, la fase del telescopio. Sin embargo, y como el propio Kawasaki renonoce, ambas son necesarias. Es imprescindible un equilibro entre telescopios y microscopios.
Sin una visión, sin un impulso, sin correr ciertos riesgos, es imposible transformar el mundo, crear nuevos negocios o hacer crecer de manera notable los existentes. Sin embargo, es necesario bajar los conceptos a tierra, pasar de la idea a los hechos, de la concepción a la implementación, hacer cálculos, medir los riesgos.
La fase telescópica, por sí sola, puede acabar siendo soñadora o imprudente y no obtener resultados…o conducir a desastres. La fase microscópica por su parte, llevada al extremo, puede tender a la inacción o a la esclerotización de la organización.
Hay un momento para la visión, la estrategia y el liderazgo… y otro para la contabilidad, las finanzas, las operaciones y la administración.
Ambas fases son importantes. Ambas son necesarias. Ambas necesitan sus herramienta y su metáfora: sus telescopios y sus microscopios.
¿Quién será capaz de usar equilibradamente ambos instrumentos?