En el artículo ‘Principios de economía Freaky‘, el primero de los dedicados al libro ‘Freakonomics‘ de Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner, se mencionaban tres principios, el segundo de los cuales era:
«La sabiduría convencional a menudo se equivoca«.
En este artículo repasamos algunas notas, algo dispersas eso sí, sobre la naturaleza y fuentes de la denominada sabiduría convencional.
Según nos cuentan los autores, el término sabiduría convencional fue acuñado por el famoso economista John Kenneth Galbraith. La definición de la Wikipedia nos habla de «ideas o explicaciones generalmente aceptadas como verdaderas por el público«.
Prosiguen Levitt y Dubner afirmando que:
«según Galbraith la sabiduría convencional ha de ser simple, práctica, cómoda y reconfortante, aunque no necesariamente cierta.
…
reconocer en qué momentos la sabiduría convencional es falsa… constituye un buen comienzo para formular preguntas«.
Levitt y Dubner nos identifican tres fuentes de sabiduría convencional:
- Expertos
- Periodistas
- Publicidad
Y señalan dos características negativas de esta sabiduría convencional:
La primera es que las fuentes de la sabiduría convencional (los autores se refieren explícitamente a los expertos, proporcionando algún ejemplo) pueden tener incentivos para actuar en beneficio propio hasta el punto de engañar.
La segunda es que «Independientemente de cómo se cree, la sabiduría convencional puede resultar difícil de cambiar«.
Gran parte del libro lo dedican los autores, precisamente, a desmontar, en casos concretos, interpretaciones basadas en sabiduría convencional, a hacerse preguntas y encontrar unas respuestas muchas veces sorprendentes.
Independientemente ya de estos autores y de este libro, sí que parece un buen ejercicio para el pensamiento, para el análisis y para la innovación, desafiar los conceptos y las ideas, cuestionar (que no descalificar) la sabiduría heredada y hacerse preguntas con mente abierta.