En un artículo anterior veíamos una sencilla definición de BPM y también aquellas áreas en que se enfoca.
Ahora nos preguntamos ¿qué beneficios trae consigo?
De nuevo Thedore Panagacos, en su libro ‘The ultimate guide to Business Process Management‘, nos ofrece una posible respuesta, aportando un decálogo de beneficios. Son estos:
- Ahorra tiempo y dinero: eliminado duplicidades y redundancias, estandarizando los procesos y fomentando la automatización.
- Mayor agilidad: puesto que ayuda a identificar amenazas y oportunidades y a priorizar estrategias de respuesta así como a diferenciar entre lo esencial y lo sólo deseable.
- Inteligencia de negocio: basada en el registro y monitorización de los procesos de negocio cuya información se traduce en indicadores e informes que, además, se pueden difundir mejorando la información y, por tanto, la toma de decisiones.
- Mejor contabilidad operativa: ya que permite seguir y monitorizar presupuestos y costes
- Mejora continua: ya que crea un contexto para la mejora y facilita la implementación de las mejoras identificadas.
- Ajuste a normas y regulaciones: la información precisa y unificada que proporciona constituye una ‘verdad única’, no discutible, y eso favorece el cumplimiento de normativas y estándares.
- Medida efectiva: puesto que cuantifica las salidas de las actividades operativas como coste, tiempo de ciclo, calidad, satisfacción de cliente etc
- Gestión de riesgos efectiva: Los procesos documentados son revisados por especialistas con una perspectiva de análisis de riesgos lo que facilita su mitigación.
- Gestión operativa efectiva: mediante la mejoras de los parámetros ya mencionados de tiempo de ciclo, costes, etc
- Visibilidad del rendimiento: el procesos es visible extremo a extremo lo que hace que su ‘performance‘ sea transparente y conocido para todos los responsables implicados
Quizá se perciban algunos solapes entre los diferentes beneficios y quizá en otros casos en razonamiento no sea completamente evidente…pero sí queda muy claro cómo se mejoran los procesos en términos de tiempo, calidad, etc y cómo eso redunda en tres grandes mejoras ‘core‘: eficiencia, efectividad y agilidad.
Desde luego, muy buenos argumentos como para tomarse BPM en serio y dedicarle tiempo y esfuerzos.