Una de las disciplinas que domina el panorama de la innovación desde hace años, pero a la vez, quizá, una de las disciplinas más intangibles desde un punto de vista metodológico, sea el Design Thinking.
Sobre la percepción de intangibilidad del Design Thinking
Digo que se trata de una disciplina algo intangible porque, al menos en mis lecturas hasta la fecha sobre la materia, me he encontrado más una filosofía de trabajo, un enfoque para la innovación o para la definición de productos y servicios, que una serie de pasos estructurados, o unas técnicas concretas o al menos unas buenas prácticas bien definidas, una sistematización de alguna manera.
No digo que no existan, sino que hasta la fecha yo no me las he encontrado. Por eso prefiero hablar de percepción de intangibilidad que de una verdadera intangibilidad. En cualquier caso, me encuentro en búsqueda activa de esa tangibilización.
Y en esa línea, de hecho, me encuentro finalizando la lectura del libro ‘Change by Design: How Design Thinking Transforms Organizations and Inspires Innovation‘ de Tim Brown, presidente ejecutivo de IDEO y uno de los creadores de esta disciplina, en la expectativa de encontrar, precisamente, de ese enfoque algo más metodológico, más concreto, más accionable.
Para ser sincero no lo he encontrado: se trata de un libro que busca más, creo, transmitir de nuevo una filosofía de trabajo, casi de vida, y una inspiración, que un verdadero ‘know how’.
Consejos para la adopción de Design Thinking en la empresa
Sin embargo, en uno de los capítulos finales, Tim Brown proporciona a una especie de consejos o principios para conseguir con éxito el uso del Design Thinking en la empresa.
Aunque no satisface ni de lejos mi búsqueda de tangibilidad, me han parecido interesantes en el sentido de resumir parte de la filosofía que mencionaba, y dar alguna idea, aunque sea de bastante alto nivel, sobre cómo llevar a cabo en la empresa la implantación de esta forma de trabajar. Son los siguientes:
- Empieza por el principio: Ese principio, para Tim Brown es la capacidad de crear nuevas opciones, la divergencia tan mencionada en tratados de creatividad e innovación. Brown pide que se incluya a diseñadores, o mejor, pensadores de diseño (‘design thinkers’) en comités corporativos y que participen en las decisiones de marketing estratégico y en las decisiones iniciales de I+D.
- Adopta un enfoque centrado en las personas: Se trata de equilibrar las perspectivas de usuarios, negocio y tecnología, pero siempre con foco en las personas, su comportamiento, su contexto y cómo éste afecta a su reacción ante productos y servicios y tomando en cuenta no sólo los aspectos funcionales sino también los emocionales de esos productos y servicios.
- Falla pronto, falla a menudo: Se trata de favorecer la experimentación, el prototipado y la prueba y error como forma temprana de aprendizaje con poca inversión.
- Busca ayuda profesional: Se trata de buscar ayuda fuera de la propia organización, por ejemplo, co-creando con los propios clientes o socios, o en otras ocasiones subcontratando expertos externos.
- Comparte la inspiración: Se busca estimular a la red interna de contactos, de crear inspiración y favorecer la aparición de nuevas ideas.
- Mezcla proyectos grandes y pequeños: Buscando un porfolio de innovación que reúna proyectos grandes y pequeños, innovación incremental y disruptiva.
- Ajusta el presupuesto al ritmo de la innovación: Se trata de ir adaptando las fuentes de financiación y el propio presupuesto al ritmo de la innovación, buscando que los algo rígidos ciclos presupuestarios tradicionales, no sean la fuente de paralización de buenas iniciativas.
- Busca el talento de todas las formas posibles: Se propone buscar el talento y los pensadores de diseño en la propia organización y, una vez hecho esto, recurrir si es necesario al talento externo mediante contratación, por ejemplo, de graduados universitarios.
- Diseña para el ciclo: La duración de un proyecto de innovación, su ciclo completo, puede ser largo. Si las personas entran y salen del proyecto durante el ciclo del mismo, se desaprovechan conocimientos y se produce frustración, por eso se propone que, al menos el equipo nuclear, se mantenga durante todo el ciclo de proyecto
Conclusiones
La filosofía del Desing Thinking es inspiradora, y su propuesta interesante y creo que útil.
A falta, eso sí, de mayor tangibilización, me quedaré, de momento, con algunos de estos consejos para las empresas.